La música de Beethoven y las palabras de la
Biblia me dijeron una misma cosa; eran agua de un solo manantial..., del único
manantial del que brota el bien para el hombre.
Me di cuenta, señor Ministro, que su discurso
y el de sus colegas gobernantes, no proceden de ese manantial, que carecen de
lo que puede dar importancia y valor a la palabra humana. Les falta amor, les
falta humanidad.
Los pueblos siempre estuvieron repletos de
tontos ignorantes. Poco me importa que hoy haya muchos entusiasmados con lo que
ayer pasó. También votaron con ardor por Barrabás, cuando pudieron elegir entre
Jesús y el asesino. Tal vez sigan siempre votando por Barrabás. Pero eso no es
motivo para votar con ellos.
El problema en España es que todos son
Barrabás y no hay ningún Jesús.
M. F. Bono_Punta Umbría
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